República de Azerbaiyán es el país soberano más grande en la región del Cáucaso, localizado entre Asia Occidental y Europa Oriental.​ Limita al este con el mar Caspio, al norte con Rusia, al noroeste con Georgia, al oeste con Armenia y al sur con Irán. El exclave de Najicheván limita con Armenia al norte y al este, con Turquía al oeste y con Irán al sur y oeste .

La efímera República Democrática de Azerbaiyán logró establecer relaciones diplomáticas con seis países, además de enviar representantes diplomáticos a Alemania y Finlandia.​ El proceso del reconocimiento internacional de la independencia azerbaiyana posterior a la caída de la Unión Soviética duró menos de un año. El último país en reconocer la independencia de Azerbaiyán fue Baréin, el 6 de noviembre de 1996.​ Las primeras relaciones diplomáticas con intercambio mutuo de misiones fueron establecidas con Turquía, Pakistán, Estados Unidos, Irán e Israel.​ Desde entonces, Azerbaiyán ha puesto un particular énfasis en su «relación especial» con Turquía.​ Es miembro fundador del Consejo Turco.

El clima de Azerbaiyán está influenciado particularmente por las masas de aire frío provenientes del Ártico llevadas por el anticiclón Escandinavo, de Siberia y de Asia Central.​ Sin embargo, el paisaje variante de Azerbaiyán afecta a la manera en que estos fenómenos interactúan con el clima.​ El Gran Cáucaso protege al país de la influencia directa de las masas de aire frío que provienen del norte, lo que conduce a la formación de un clima subtropical en muchas de las planicies y piedemontes del país. Además, estas zonas se caracterizan por tener altos índices de radiación solar.

La ubicación privilegiada de Azerbaiyán en la encrucijada de algunas vías de tránsito importantes a nivel internacional, como la ruta de la seda y el corredor sur-norte, otorga gran importancia estratégica al sector de transportes en el conjunto de la economía del país.​ Este sector engloba las autopistas, carreteras, vías férreas, aéreas y marítimas.

El idioma oficial es el azerí, una lengua túrquica hablada en el suroeste de Asia, principalmente en Azerbaiyán y en el Azerbaiyán iraní. El azerí es parte de las lenguas oguz y está estrechamente relacionado con el turco, el kashgai y el turcomano. El azerí se divide en dos variantes, el norteño y el sureño, además de contar con varios dialectos.

Gran parte de la cultura de los azerbaiyanos se encuentra plasmada en sus artesanías, como las tallas de madera, esculturas de metal, piedra y hueso, joyería, grabados, la fabricación de tapices, la alfarería, los patrones de tejidos, el tejido de punto y los bordados. Cada uno de estos tipos de arte decorativo es evidencia de la diversidad étnica y cultural de Azerbaiyán.​ Muchos datos sobre el desarrollo de las artes y las artesanías azerbaiyanas fueron aportados por varios comerciantes, viajeros y diplomáticos que viajaron al país en distintas épocas. Así, Azerbaiyán ha sido constantemente reconocido como un centro para el desarrollo de las artes en la región. Las excavaciones arqueológicas en su territorio testifican que desde el segundo milenio a. C. ya se había desarrollado la agricultura, el trabajo en los metales, la cerámica y el tejido de tapices.​
El cine llegó a Azerbaiyán en 1898, haciendo del país uno de los primeros donde se desarrolló la cinematografía.​ La principal razón por la que Bakú atraía las empresas de filmación era por su producción de petróleo, que mantuvo el interés por la ciudad hasta la era soviética.​ Un año después de separarse de Georgia y Armenia, el 28 de mayo de 1919, se filmó el documental La celebración del aniversario de la independencia de Azerbaiyán, que se estrenó en junio en varios cines de Bakú.

La gastronomía tradicional es famosa por la abundancia en vegetales y frutas de temporada que se utilizan en sus platos. Las hierbas frescas como la menta, el cilantro, el eneldo, la albahaca, el perejil, el estragón, el puerro, cebollino, el tomillo, la mejorana, la cebolla de verdeo y el berro son muy populares y a menudo acompañan a los platos principales de la mesa. La diversidad climática y la fertilidad de las tierras se reflejan en los platillos nacionales, los cuales están basados en los peces del mar Caspio, las carnes locales (principalmente cordero y res) y una abundancia de frutas y vegetales.

El platillo nacional es el pilaf de arroz con azafrán, mientras que el té negro ha sido designado como la bebida nacional.​



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